miércoles, 31 de octubre de 2012

LA ANESTESIA EN ODONTOLOGÍA




LA ANESTESIA EN ODONTOLOGÍA

En odontología, la anestesia local es la forma principal de eliminar el dolor y una parte integral del tratamiento dental moderno.


Muchos pacientes juzgan a su dentista por la eficacia con la cual controlan su dolor durante el tratamiento dental.


Al igual que otros procedimientos odontológicos, la anestesia local precisa un claro diagnóstico, conocimientos teóricos de los efectos y las complicaciones potenciales de una preparación específica, así como una ejecución correcta y segura.


Casi todos estamos familiarizados con la sensación de tener la boca "dormida" cuando vamos al dentista.


Esa sensación es el resultado de la anestesia local, solución que el dentista inyecta en la boca para bloquear el dolor durante el procedimiento dental.


A pesar de su gran utilidad para prevenir el dolor, su aplicación con la conocida y temida aguja genera mucha ansiedad en los pacientes dentales.

Hoy en día, podemos sentir alivio ya que existen modernas técnicas de administración de anestesia local que nos permiten una visita más placentera.

Además, en pacientes ansiosos podemos utilizar la sedación y otras técnicas psicológicas para relajar al paciente.

Sin embargo, la anestesia local no es suficiente en ciertos pacientes.


Los pacientes de corta edad y algunas personas con ciertos impedimentos no toleran el tratamiento dental regular a pesar de la anestesia local.


En estos pacientes se recomienda la anestesia general.

 La anestesia general es producida por agentes farmacológicos que resultan en un paciente dormido profundamente.


Debido a la naturaleza y riesgos de este tipo de anestesia, ésta es administrada en la sala de operaciones de un hospital bajo el cuidado de un médico anestesiólogo.


El dentista pediátrico provee el tratamiento dental en sala de operaciones con el paciente profundamente dormido por el anestesiólogo.

 Las indicaciones más comunes para este tipo anestesia general en el tratamiento dental son:

1.      La condición dental o padecimiento del paciente es significativamente compleja.

2.      Por razón de edad que lo incapacita para resistir o tolerar dolor, o cooperar con el tratamiento.


3.      Condición médica que hace indispensable realizar el tratamiento bajo anestesia general en un hospital y que de otra forma podría representar un riesgo significativo a la salud del paciente.

4.      La anestesia local es inefectiva o contraindicada. 

5.      Estado de temor o ansiedad y que la posposición del tratamiento podría resultar en dolor, infección o complicaciones.


6.      Trauma dental severo donde la anestesia local es inefectiva.

7.      Por razón de impedimento o incapacidad para resistir o tolerar dolor, o cooperar con el tratamiento.

Es importante que el dentista pediátrico, examine al paciente y determine si esta modalidad de anestesia está indicada para este paciente.


De ser así, requerirá consultas médicas necesarias, incluyendo la del anestesiólogo para poder programar el tratamiento dental en el hospital.

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